En este post, vamos a abordar cómo ahorrar dinero en casa, dada la importancia de reducir el gasto doméstico para tener unas cuentas personales o familiares equilibradas. E incluso poder guardar algo, con el objetivo de afrontar imprevistos en primer lugar, pero también de contar con mayor presupuesto para ocio, viajes, etc.
Asimismo, ahorrar en el hogar no solo tiene una repercusión financiera directa, sino que además tiene un impacto psicológico, al permitir ir haciendo un colchón económico, que evite la sensación de ir siempre al límite, lo que genera un estrés que desgasta bastante.
¡Esperamos que te sean de utilidad estos consejos y trucos para ahorrar! ¡Toma nota de ellos para poder ir reduciendo gastos en casa!
Consejos para ahorrar en la compra
La cesta de la compra se lleva una buena porción del presupuesto, cuya cuantía se ha incrementado además en los últimos años debido a la subida general de precios de los alimentos. Adicionalmente, ese encarecimiento ha venido acompañado en ocasiones de disminuciones en la cantidad de producto en los envases, un fenómeno conocido como ‘reduflación‘.
Sin embargo, pese a todos los problemas descritos, adoptar una serie de pautas en este ámbito te ayudará a ahorrar:
- Planifica menús semanales: tener previstas las comidas de la semana permite evitar el desperdicio de alimentos, para adquirir lo que realmente se va a consumir, tanto en productos como en cantidades o raciones. Además, con el tiempo al seguir este sistema irás afinando con el contenido exacto de la cesta de la compra.
- Haz una lista de la compra y no te salgas de ella: llegar el supermercado con todo lo que se necesita anotado evita comprar ‘al tuntún’, y caer también en las estrategias de las cadenas que siempre ponen más a la vista lo más superfluo y ‘goloso’. Esto además evita olvidos y nuevas visitas, o acudir a tiendas de conveniencia a por cosas sueltas que siempre saldrán más caras.
- Comprar productos enteros y de temporada: la adquisición de alimentos en su forma completa sale más económico que hacerlo por piezas o cortados, al no repercutirse los gastos suplementarios de mano de obra, procesamiento, envasado por raciones, etc. Y si hablamos de productos de temporada, su mayor disponibilidad también abarata el precio, particularmente si son locales. De este modo, se ahorra en la cesta de la compra y adicionalmente se puede seguir una dieta más saludable basada en alimentos frescos.
- Utilizar cupones y aplicaciones de descuento: compara precios con las herramientas y Apps que hay disponibles en el mercado: Idealo, Tiendeo, Chollometro o similares. Muchas de ellas brindan además códigos promocionales para supermercados, que igualmente pueden ofrecer las mismas cadenas en sus respectivas aplicaciones. También, infórmate si el supermercado al que acudes habitualmente tiene tarjetas de cliente que proporcionen recompensas por fidelidad de compra, programas de puntos o similares.
Reducir el consumo de energía en casa
El gasto en electricidad y climatización suele llevarse un buen pico del presupuesto doméstico, que se puede incrementar todavía más ante ciertas situaciones que provocan subidas de precios bruscas.
Los mejores consejos para ahorrar en este ámbito serían:
1-Apagar luces y electrodomésticos cuando no se usen
Para evitar dejar cualquier luz encendida irá muy bien habituarse a comprobar que están todas apagadas antes de salir de casa. Y para los distintos aparatos, desenchufarlos siempre, no dejándolos en el modo ‘stand by’ en el que siguen consumiendo, lo que puede ocasionar un considerable desperdicio de energía, dada además la cantidad de dispositivos que puede haber en el hogar: televisores, ordenadores de mesa y portátiles, equipos de música, etc.
Tampoco hay dejar cargadores conectados al enchufe o dispositivos cargándose cuando su batería ya está completa. Algo que encima puede estropear los aparatos si se producen subidas súbitas de la tensión eléctrica, como cuando por ejemplo se reanuda el suministro tras un apagón.
2-Instalar iluminación LED
Las bombillas LED permiten un ahorro significativo en el consumo de luz, que compensa con creces su mayor precio. A esto, se suma que tienen una mayor durabilidad, por lo que rentabilizan por partida doble la inversión que suponen.
3-Uso eficiente de calefacción y aire acondicionado
En las facturas de la luz de los meses de invierno o verano hay subidas bastante apreciables por el coste de la climatización. De ahí, la importancia de tomar medidas al respecto, que más allá de la aplicación de una serie de normas de uso de sentido común pasarían por iniciativas como instalar termostatos inteligentes, que ayudan a mantener una temperatura uniforme.
Asimismo, los distintos sistemas de control del aire acondicionado y la calefacción incluyen diversas funciones eficientes, que muchas veces se desconocen, por lo que iría muy bien investigarlas en el manual de instrucciones, que ahora también normalmente puede encontrarse online por si se ha tirado o no se localiza en casa.
4-Inversión en electrodomésticos de bajo consumo
Los electrodomésticos nuevos suelen ser más eficientes energéticamente, por lo que permiten ahorrar en el consumo. Puedes averiguar su rendimiento en este aspecto con el etiquetado de eficiencia que los acompaña, con una escala de más a menos que va desde la A hasta la G.
Es cierto que su compra puede suponer una importante inversión, pero se pueden explorar fórmulas de financiación para abonar el pago en cuotas mensuales, que se verían compensadas con la reducción en las facturas de la luz. Además, algunas comunidades ofrecen ‘planes Renove’ de electrodomésticos que incluyen ayudas para su adquisición.
Optimización de gastos en el hogar
Las finanzas personales o familiares se aliviarán bastante si se aplican una serie de medidas de ahorro en el hogar como:
A-Apostar por la reparación de aparatos y dispositivos en vez de sustituirlos
Los hábitos de consumo hacen que esté muy extendida la tendencia a usar y tirar. Sin embargo, ordenadores, televisores, aparatos de cocina, dispositivos personales y un largo etcétera pueden tener un ciclo de vida más largo si se opta por la reparación en vez de por la sustitución, ante cierto tipo de averías solucionables.
En los casos en los que la compra resulta inevitable es posible optar por aparatos reacondicionados que salen mucho más baratos, y que en las mejores tiendas físicas u online especializadas en soluciones ‘refurbished’ se venden también con una nueva garantía.
B-Uso de energías renovables
El autoconsumo doméstico con sistemas fotovoltaicos apareja siempre un gran ahorro, que compensa la inversión a realizar para la instalación, particularmente cuando hay ayudas en vigor o en coyunturas con precios de la luz muy altos.
Si no se dispone de cubierta habilitable como campo solar o la misma depende de una comunidad de vecinos, se pueden explorar otras alternativas, como por ejemplo las pequeñas placas solares enchufables que se instalan en el balcón para captar la luz solar, y así depender algo menos del suministro de red, lo que se notará en la factura de la luz. Además, no implican la gran inversión de las instalaciones más grandes.
C-Evitar el desperdicio de agua
No malgastar agua es algo básico valorando que es un recurso escaso, pero también a efectos de ahorro. Para no derrocharla se pueden aplicar diversas medidas: utilizar siempre el lavavajillas, preferiblemente lleno y en modo ahorrativo de tiempo cuando sea posible; no poner tampoco lavadoras incompletas y con programas innecesariamente largos; o regar las plantas que pueda haber en casa con agua reutilizada.
Si quieres informarte más en detalle sobre todo lo que se puede hacer para evitar el desperdicio, te invitamos a echarle un vistazo al post que tenemos sobre el tema.
D-Revisar contratación de suministros
Suministros básicos como luz, gas, agua o internet suponen un importante gasto doméstico. Más allá de desplegar las medidas de ahorro para disminuir el consumo de electricidad o agua que hemos visto, cabe estudiar cómo son los contratos con los distintos proveedores de los servicios, con el objetivo de abaratar las facturas.
En este sentido, hay que considerar que siempre es más seguro apostar por tarifas reguladas o semi-reguladas (PVPC para la luz y TUR1 o TUR2 para el gas), debido a que por lo general no solo resultan más ahorrativas a largo plazo, sino que además son más previsibles, lo que es fundamental de cara a poder planificar el ahorro en el hogar con base a un presupuesto de gastos fijos.
En lo que respecta a internet, un suministro básico en cualquier vivienda a día de hoy, habría que adaptar siempre la tarifa wifi contratada a las necesidades reales, que pueden variar si se trata de un hogar en el que vive una única persona, una pareja, una familia con hijos… o en función de que se teletrabaje desde allí o no e incluso del perfil de los habitantes, ya que no se dará el mismo consumo en hogares con adolescentes que en aquellos en los que viva un matrimonio de personas mayores.
Además, se pueden aprovechar los packs que ofrecen las distintas compañías que incluyen internet y móvil, aunque procurando no contratar capacidades superfluas que resulten innecesarias.
También, hay que prestar mucha atención a la letra pequeña, la existencia de permanencias más o menos encubiertas y a la caducidad de las ofertas que se promocionan, que pueden tener una duración limitada para dar paso automáticamente a tarifas más altas.
Suelen existir ofertas muy atractivas para cambiar de operador, pero es importante fijarse siempre en todos los aspectos que hemos referido. En tales situaciones, por lo habitual se reciben contraofertas de la compañía originaria que no quiere perder un cliente, generalmente en cuanto se solicita una portabilidad y con especial ahínco cuando se trata de un pack importante que incluye wifi y varias líneas de móviles.
Sería cuestión de optar por la oferta más ventajosa, solicitando siempre la recepción de todo lo acordado por escrito para evitar malentendidos. Y en caso de quedarnos finalmente con nuestro operador tras haber pedido la portabilidad, habría que gestionar su anulación, que puede ser dificultada con maniobras dilatorias por la compañía a la que en principio se iban a migrar las líneas. Algo para lo que conviene estar preparado, al igual que para que en un momento dado puedan dejar de recibirse contraofertas de nuestra compañía si se hacen sucesivos amagos de portabilidades.
Ahorrar en el consumo de contenidos en el hogar
Las plataformas de streaming para ver series y películas, la suscripción a servicios de televisión bajo demanda, el acceso a competiciones de deportes que no se retransmiten en abierto como las principales de fútbol, motos o automovilismo… Las posibilidades son tan inmensas como el coste que puede tener mes a mes en el presupuesto del hogar, siendo además todo lo relacionado con el consumo de contenidos una de las principales fuentes de gastos innecesarios.
A la hora de recortar aquí dependería también mucho de la situación económica y las prioridades particulares, pero si se trata de ahorrar siempre va a venir muy bien revisar y cancelar suscripciones que no tengan mucho sentido.
Echarle un vistazo a los distintos planes que tenemos contratados puede resultar muy útil para detectar posibles ofertas de bienvenida que estén a punto de caducar, y que automáticamente supongan el pago de una tarifa más alta.
Y en cuanto a las bajas, conviene sopesar muy bien cuál es el consumo real de contenidos que se hace y si merece la pena lo que se tenga contratado, cuando a lo mejor la oferta gratuita de ciertas plataformas online como las de televisiones estatales y autonómicas e incluso algunas videotecas públicas puede bastar para el tiempo que se le dedica semanalmente.
También, se pueden explorar otras alternativas como planes de suscripción más baratos por ir asociados a publicidad, o la de servicios que ofrezcan un 2×1 por un precio económico, por ejemplo, acceso a plataforma de contenidos y envío gratuito de compras online.
Quizás, resultaría interesante estudiar la viabilidad de contratar paquetes de internet + móvil+ streaming, a condición de que salgan realmente rentables desde una perspectiva de ahorro global, y verifiquemos que no se trata de una oferta temporal de un servicio que luego se va a encarecer mucho más.
Estas serían las principales pautas para reducir gastos en el hogar, aunque como sabemos hay más formas de ahorrar, que abordamos en este otro post que te recomendamos.
En tus perspectivas de ahorro generales influirá desde si utilizas el transporte público para prescindir del uso diario del coche hasta lo que gastes en ocio, viajes, ropa…
El primer paso es siempre es la planificación, que requiere establecer un presupuesto de ingresos y gastos, para ver dónde se puede recortar en los segundos y cuánto resultaría necesario para poder ir ahorrando mes a mes.
Con todo, puede ocurrir que antes de haber llegado a aplicar medidas de ahorro surjan gastos imprevistos que rebasen las capacidades del fondo de emergencia que se tenga para estos casos. Si estás en esa situación, no te preocupes porque puedes contar con los créditos online de AvaFin que te sacarán del apuro.
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Preguntas Frecuentes
¿Cuál es la mejor forma de ahorrar dinero?
La mejor forma de ahorrar dinero es aplicar un enfoque completo, que tenga en cuenta todos los gastos mensuales y aplicar estrategias para reducir los principales de alimentación, suministros del hogar, transporte, ocio, ropa y calzado.
¿Cuánto se puede ahorrar al mes?
La cantidad variará según los ingresos y los gastos inevitables que se tengan, pero hay técnicas como elaborar un presupuesto 50-30-20, para destinar la mitad de lo que se percibe a gastos fijos, el 30% a optativos y el 20% restante dedicarlo al ahorro.