En este post vamos a abordar qué es un anticipo de dinero, y las distintas modalidades que se pueden dar, desde por parte de las empresas en adelanto de próximas nóminas hasta de la mano de entidades bancarias y financieras.
Sin olvidar tampoco otros anticipos, como los que se puedan acordar en relaciones comerciales, a cuenta de la prestación de un futuro servicio a la fabricación de un bien.
Veremos también los límites y contrapartidas que tendrían las diferentes opciones de anticipos de dinero. Y ya, por último, valoraremos cuándo resultaría idónea su solicitud.
¡Vamos allá con todo ello!
¿Qué es un anticipo de dinero?
Un anticipo de dinero es un adelanto de efectivo, que se recibe antes de la fecha habitual de cobro o de la ejecución completa de un trabajo acordado.
Así, puede tratarse de anticipos de dinero de la nómina, por parte de la empresa o de la entidad bancaria en la que aquella está domiciliada. O bien, de adelantos a cuenta de la posterior realización de un servicio o la producción de un bien, que se hayan comprometido con otra parte que los ha encargado. En el primer caso, el anticipo se utiliza normalmente para cubrir gastos personales inesperados o afrontar otras emergencias financieras. Mientras que en el segundo, aunque también puedan intervenir las necesidades de liquidez, es posible que se solicite como garantía del compromiso de pago, o que se utilice para cubrir gastos iniciales inherentes a la ejecución del trabajo acordado como, por ejemplo, la compra de las materias primas precisas para elaborar un producto.
1- ¿Qué se entiende por anticipo o adelanto y qué no?
Dado que existe algo de confusión al respecto, conviene aclarar que se trata de un pago parcial que se entrega o recibe por adelantado, ya sea por anticipo de nómina, o bien como un primer abono inicial por la prestación de un servicio que se completará después o por la futura fabricación de un bien.
Sin embargo, los cobros fraccionados que se darían en el marco de un plan de pagos estipulado no se entienden como anticipos, debido a que obedecerían a un acuerdo contractual o verbal de abonos periódicos que se ha establecido previamente. Estos pagos progresivos, además, en un contrato pueden ligarse a fechas o bien a hitos cumplidos como, por ejemplo, en el sector de la construcción según se vayan finalizando las distintas fases de los proyectos.
2- ¿Qué significa ‘pago de anticipo’?
En las nóminas cuando se descuentan los adelantos percibidos aparece en la parte de deducciones el concepto ‘ pago de anticipo ‘ o ‘importe anticipado’.
Cuando el adelanto lo recibe una empresa o un autónomo hacen lo que se denomina como factura de anticipo para contabilizarlo, y que así el cliente pueda justificar el adelanto de una cantidad de dinero por la próxima recepción de un servicio o producto.
Conoce los tipos de anticipos que hay
Las modalidades existentes serían tres: adelantos de nómina por parte de la empresa, anticipos financieros y anticipos de pagos comerciales.
1-Anticipos laborales
El anticipo de nómina es el adelanto de parte del salario antes de la fecha habitual de cobro. Es un préstamo que realiza la empresa, y por tanto hay que reembolsarle la cantidad. Por lo general, la devolución se efectúa descontando una cantidad fija mes a mes hasta dejar la deuda saldada. Por ley, el periodo de devolución no puede prolongarse más allá de 18 meses.
Según el artículo 29 del Estatuto de los Trabajadores, que versa sobre la liquidación y pago, todos los profesionales asalariados tienen el derecho de solicitar un anticipo de nómina equivalente a los días de trabajo completados. Es decir, que quedarían fuera de los adelantos tanto las pagas extras como los futuros salarios, aunque cabría contemplarlo de manera optativa en los convenios colectivos de cada sector.
Y también, sería posible recibir anticipos extraordinarios, si bien ya no se trataría tampoco de un derecho automático del trabajador, sino que su aprobación quedaría a elección de la empresa.
Los motivos para solicitar un anticipo de nómina pueden ser múltiples: el mes se está haciendo muy largo, ha surgido una urgencia o una oportunidad en forma de chollo inaplazable. Sea cual sea, en ningún caso el trabajador estaría obligado a comunicar la razón de la petición de adelanto, al entrar dentro de la esfera personal.
2-Anticipo financiero
En esta modalidad el dinero se solicita como adelanto a través de una entidad bancaria o una financiera. Según el caso, se devolverá con un pago único posterior, mediante cuotas o con descuentos del salario. En este último supuesto siempre que se tenga la nómina domiciliada en el banco que concede el anticipo, y este dé además esa posibilidad a sus clientes.
Pero, ojo, que tener la nómina domiciliada en la entidad no significa que vayan a ir descontando esa cantidad poco a poco sin más. En realidad, en muchos casos aunque se puedan denominar anticipos de sueldos, se trata de préstamos personales a corto plazo, con un periodo de amortización que iría de los 3 a los 6 meses, y eventualmente con comisiones tanto de apertura como de cancelación, ya sea esta total o parcial.
De ahí, que para evitar gastos adicionales o comprometer los futuros ingresos de nómina durante varios meses pueda resultar más aconsejable tirar de tarjetas de crédito si no se ha agotado el saldo. Y en el supuesto de haber alcanzado el límite del mismo, cabe intentar ampliarlo con el banco. Siempre, eso sí, tras comprobar que se podría afrontar el próximo plazo de liquidación, de acuerdo a una óptima planificación financiera previa.
Con todo, hay otras soluciones si no tienes acceso al crédito bancario que quieres, y no deseas tampoco reducir varios meses los ingresos de tu nómina descontándole cuotas.
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3-Anticipo de pagos comerciales
Cuando veíamos qué era un anticipo de dinero al principio de este post, señalamos que podía haberlos en los pagos comerciales, antes de completar un servicio o la elaboración de productos que se hayan acordado con un cliente.
En este ámbito, también cabría añadir las soluciones de financiación existentes como, por ejemplo, las líneas de crédito que abren los bancos para que pequeñas empresas y autónomos dispongan de liquidez a cuenta de las facturas pendientes de cobrar. Solicitarlas equivale a pedir un anticipo que luego se abonará con los futuros ingresos que se percibirán, incluyendo, eso sí, los intereses asociados que se generen como coste por el acceso anticipado al dinero, aunque las tasas suelen ser bastante bajas si se tratan de líneas ICO del Instituto de Crédito Oficial.
¿Cuánto dinero se puede pedir de anticipo?
El Estatuto de los trabajadores no establece porcentajes para los anticipos de sueldo, señala que «El trabajador y, con su autorización, sus representantes legales, tendrán derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado…». Aunque al referirse a trabajo ya efectuado queda excluido solicitar un adelanto de nómina completa, porque inevitablemente quedarán días por cubrir al tratarse de un anticipo.
Por lo general, es en los convenios colectivos de los diferentes sectores donde se especifica el importe máximo a pedir en este tipo de anticipos, que nunca rebasan el 90%, estando establecidos en muchas empresas en un 30-50% del sueldo mensual.
En los anticipos comerciales las cantidades de los adelantos dependerían únicamente del acuerdo al que puedan llegar las dos partes.
En lo que respecta a los adelantos de nómina de los bancos, las cantidades serían superiores, al poderse solicitar en la mayoría de entidades hasta dos nóminas, pero sobre esos anticipos cabe recordar que aplican intereses y los plazos de devolución pueden prolongarse hasta los seis meses. Solo habría periodos de amortización más amplios en correspondencia a cantidades más altas en los conocidos como préstamos nómina o créditos nómina, que no hay que confundir con los anticipos bancarios, dado que se denominan así porque la nómina se pone como garantía.
¿Cuándo es útil pedir un anticipo?
Solicitar un adelanto puede ser una solución práctica en circunstancias en las que necesitas liquidez inmediata para cubrir gastos inesperados, o cuando sabes que tienes la posibilidad de devolverlo fácilmente con tu próxima nómina.
Ahora bien, debes ser consciente que pedir con frecuencia anticipos de nómina en tu empresa puede comprometer tu imagen profesional, dado que es susceptible de interpretarse como una falta de capacidad de administrarte. Algo que jugaría en tu contra de cara a confiarte más responsabilidades en el futuro, particularmente si el puesto implica gestionar presupuesto y recursos.
Hay opciones mejores si no quieres involucrar a tu empresa para solucionar tu emergencia económica y tampoco deseas solicitar un préstamo al banco en concepto de adelanto, que mine tu nómina durante meses al detraerle cuotas con intereses.
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